¿Qué pasa en la Mariano Narváez? (1)



Ángel Zavala Jr.

NEPOTISMO: El diccionario enciclopédico Santillana define el término en forma muy sencilla: “Tendencia a proporcionar cargos, puestos o premios a los familiares y por extensión a los conocidos, sin tener en cuenta otras consideraciones”

El nepotismo es una de tantas conductas oscuras del hombre que llega al poder y pretende conservarlo a como dé lugar, sin importarle brincar sobre los derechos de los demás, haciendo a un lado a todo aquel que se lo impida, o nulificando las oportunidades de avance a los otros.

“Según las crónicas”, en la Preparatoria “Dr. Mariano Narváez” del turno matutino, esto es lo que ocurre, previo al proceso electoral para la renovación de la Dirección. Se habla de la ventaja que ha logrado entre los alumnos uno de los posibles candidatos, a la sazón, hermano del actual Director, Juan Pablo Martínez Ávalos, ya que ha tenido contacto con ellos, haciéndose campaña, durante los últimos tres años, y más recientemente, con los alumnos del primer semestre a la mayoría de los cuales atendió durante un curso previo al inicio de clases, aprovechando la ingenuidad de esos jóvenes que se asoman a una escuela diferente a la secundaria y que no tienen la suficiente madurez para la elección de un cargo tan importante como es la Dirección de una escuela de nivel medio superior.

Si nos vamos a las leyes en materia electoral, encontramos que la edad apropiada para emitir un sufragio es la de 18 años. Ahora bien: el Estatuto Universitario indica que el individuo puede votar y ser votado siempre y cuando sea alumno o maestro debidamente registrado como tal ante la autoridad universitaria. Los alumnos nuevos ignoran todo acerca de los órganos de gobierno de la Universidad y sus dependencias, y eso sirve para deslumbrarlos con sonrisas y obsequios.

Alumnos de “la Narva” que me pidieron conservar su nombre en el anonimato para evitar represalias, afirman que la protección que recibe de parte de Dirección el posible candidato, Juan Pablo Martínez, es ilimitada, ya que mientras algún maestro de los que ellos llaman “opositores” realiza cualquier acto de proselitismo o no, -porque el proselitismo debería arrancar después de una convocatoria-, inmediatamente es llamado a Dirección… lo que no ocurre con el hermano, que al decir de los entrevistados, parece “ajonjolí de todos los moles”… Si hay una reunión de alumnos, aparece el hermano, sin que tenga nada qué hacer allí; en el control de venta de boletos para graduaciones en los últimos dos años, ha intervenido el “hermano”… en cualquier trámite que deban hacer los alumnos, hasta la asignación de grupos, él interviene sin ocupar puesto alguno en la administración, y lo que es más grave: no imparte sus materias.

Por otra parte, han tomado a la “Narva” como un auténtico negocio familiar, ya que manejan la venta de playeras oficiales de la escuela y en época de graduación, rentan togas y birretes.

Qué lástima que ocurran estos lamentables hechos en una Institución tan noble como lo es la Narváez turno matutino, que se deriva de la separación de la Narváez nocturna hace más de 20 años, tiempo en el cual las administraciones han sido de buenas o regulares a totalmente malas.

Creo que es tiempo de retomar el rumbo del aspecto académico que es el fin principal de la Universidad, algo que han olvidado en la Narváez la planta de maestros y la dirección: la planta de maestros que se creen merecedores de todo, desde la impuntualidad hasta la falta de capacitación profesional; desde no impartir clases hasta aprobar a los alumnos a discreción. Ellos, los alumnos, finalmente, son quienes van a ser los perjudicados al ingresar a una escuela o facultad profesional.

Según información proveniente de fuentes absolutamente confiables, la estadística de ingreso a las Escuelas Profesionales de alumnos de la Narváez en los últimos tres años ha bajado de un 70 a un 30%. ¿A qué se debe?

Creo que a la tolerancia que quien dirige, tiene con algunos maestros “conocidos”, “parientes” o “amigos”.

Los alumnos aprobados en el examen de admisión a instituciones como la Facultad de Leyes, Facultad de Medicina o de Odontología, Diseño Gráfico o Ciencias de la Comunicación, en este ciclo escolar, han sido muchísimo menos que el promedio de los últimos seis años.

Algo muy grave ocurrió el semestre pasado durante una junta con padres de familia para entregar calificaciones: Desaparecieron del Centro de Cómputo unas trece o quince Laptops, durante el tiempo de labores escolares, de lo cual se dio aviso inmediato a Dirección, que tomó nota, pero no hubo un seguimiento, una investigación del caso mediante una denuncia penal a través del Departamento Jurídico de la Universidad.

Los enterados dicen que hasta el momento no se habla de este tema, por tanto, las preguntas que se desprenden de esto son: ¿Quién o quiénes sustrajeron las computadoras? ¿Alguien fue testigo de ello? ¿Dónde quedaron o a quién fueron vendidas? El centro de Cómputo se ubica dentro del edificio, así es que necesariamente hubo personas que atestiguaron la sustracción, creyendo tal vez que los aparatos serían cambiados de lugar, pero se trataba de un simple robo hormiga.

Continuará…